Prince Valiant de Hal Foster comienza, no con el personaje principal, sino con su padre. La tira se estrenó el 13 de febrero de 1937 y su historia comienza después de que el rey Aguar se haya visto obligado a abdicar del trono de Thule (cerca de la actual Trondheim). Él, su familia y un pequeño número de leales han sido expulsados de su tierra natal y finalmente se establecen en un humedal apenas habitable en Gran Bretaña. El hijo pequeño del rey Aguar, Valiant, pronto comienza a explorar los pantanos y encuentra más de lo que esperaba.
Su estilo artístico se parecía mucho más a una pintura que a un garabato, se desarrollaba en la época del Rey Arturo y ni siquiera utilizaba globos de diálogo para los diálogos.
Aunque el cómic se volvería más realista más adelante, los pantanos son una especie de espacio liminal, lleno de magia y monstruos de pesadilla. El joven muchacho desarrolla allí sus habilidades, cazando y pescando animales, tanto realistas como fantásticos. A medida que crece, Valiant se vuelve inquieto y finalmente abandona el humedal. Pronto termina en Camelot, donde se convierte en escudero de Sir Gawain, y es entonces cuando comienzan las verdaderas aventuras.
El estilo y la estructura de Prince Valiant son bastante diferentes a los de la mayoría de los cómics. Inspirada en tapices medievales, la tira de cada semana consta de ilustraciones acompañadas de texto en la parte inferior de la imagen que describe la acción y el diálogo. Cuando se recopila en los volúmenes de Fantagraphics (remasterizados de manera fenomenal), el cómic tiene casi la sensación de un libro de imágenes bellamente ilustrado, pero cuya historia continúa durante miles de páginas.
Foster no presenta en modo alguno su mundo medieval imaginado como perfecto, ni siquiera necesariamente como una sociedad más justa que el Occidente moderno. Sin embargo, presentó constantemente ejemplos de personajes que lucharon contra la injusticia, protegiendo a los débiles y vulnerables de quienes los maltratarían. La obra de Foster no es un mero cuento moralista (dijo que la preocupación por el moralismo simplista habría dañado su arte), pero sus personajes más nobles abordan la vida como una aventura, una que nos plantea exigencias morales y una que podemos y debemos afrontar con lo mejor de nosotros mismos.
Esta es la forma en que todos deberíamos abordar nuestro tiempo en esta tierra. Puede que no tengamos lanzas y espadas, pero a cada paso corremos el peligro de encontrarnos con un dragón o un tirano cruel. Leer Prince Valiant, además de ser una experiencia de auténtica belleza artística, es un recordatorio constante de que la condición humana no tiene por qué llevarnos a la degradación, sino que puede llamarnos a ser fuertes, valientes e incluso valerosos.
Una aventura épica que ha contado una historia continua durante toda su historia, y el tramo completo de esa historia ahora suma más de 4000 tiras dominicales . La tira aparece semanalmente en más de 300 periódicos estadounidenses.
Prince Valiant es una obra maestra, una hermosa y extensa epopeya. El duque de Windsor, Eduardo VIII llamó a Prince Valiant la "mayor contribución a la literatura inglesa en los últimos cien años".
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