Frikis?


No hay para mi día del orgullo friki, porque las aficiones que se  atribuyen a ese colectivo son desde hace años mayoritarias. El cómic, las series, las películas, las esculturas de personajes y todos los elementos relacionados son ya patrimonio de todo el mundo. Empezó tímidamente, con hechos aparentemente aislados, como la serie del increíble Hulk en el 77, la película de Superman del 78, o la de Batman del 89. Después, a partir del año 2000 el goteo se convirtió en maremoto, y todo el mundo entró por el aro. La gente que en nuestros primeros años de leer comics y demás ponía expresiones extrañas y criticaba nuestras aficiones, ha caído presa del encanto de lo que nosotros conocimos casi desde el principio. Posaron la vista sobre las cosas que nos entusiasman y no pudieron hacer nada para ser absorbidos por el remolino. Ahora compran entradas para los estrenos de Marvel Studios, acuden a gigantescas convenciones, y hasta llevan orgullosos camisetas de Iron Man y otras prendas comiqueras. Ya no hay lucha, esa que mantuvimos durante tanto tiempo por nuestro espacio y el de nuestras cosas, nosotros teníamos razón y ellos ni siquiera se habían dado cuenta hasta hace poco. Ahora hemos conquistado el terreno. Hemos ganado.

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