DC siempre fue conocida, por sus formas de edición autoritaria, que se le pregunten a Roy Thomas o a Jim Shooter por ejemplo. Eso se ha relajado mucho en el nuevo siglo, pero sigue en su ADN, si se hacen experimentos extravagantes que vayan en una dirección diferente a su línea editorial, lo normal es o que no salga, o que la ignoren total o parcialmente, como si casi no existiera.
Desde 1938 DC, y actualmente DC/ Warner, tras litigar en diversas ocasiones con los creadores, retiene los siguientes derechos sobre Superman y demás personajes editados por DC comics:
DERECHOS MORALES
Derecho a decidir si publica su obra y cómo
La elección de cómo se menciona al autor (Nombre, seudónimo, anónimo, etc.)
Paternidad de la obra
Integridad
Modificación
Retirada del comercio
Acceso a ejemplares raros o únicos.
DERECHOS DE EXPLOTACIÓN (de mayor interés por el elemento de explotación económica de obra o concepto).
Reproducción
Distribución
Comunicación Pública.
Transformación.
Colección
Participación.
Compensación equitativa por copia privada.
Aunque hacer películas no es igual que confeccionar comics el estilo de gestión es similar. La responsabilidad de la construcción de un universo cinematográfico basado en las propiedades de DC comics nunca iba a recaer en una sola persona, pero en esa y cualquier empresa, algo lógico ya que una sola persona no puede gestionar ni coordinar la tarea de varias, ya sea en el sector editorial o fílmico. El mejor ejemplo de ello es la propia DC comics. Su funcionamiento clásico es controlar de cerca la producción y dar instrucciones sobre la dirección que deben tomar los contenidos, siempre dentro de la línea editorial marcada del propio sello.
Las obras cinematográficas de Zack Snyder para la compañía son trabajos por encargo por DC/Warner y cuyos argumentos le son pertenecientes a DC/Warner, así como los derechos morales y de explotación de los personajes siendo una parte de las propiedades de la misma. Por tanto, las películas realizadas serán como las páginas originales entregadas de la editorial, consideradas como un trabajo de encargo contratado cuyo autor sea acreditado, en los que todos los componentes pasan a ser parte de la propiedad de la compañía, para utilizar o no a discreción como se considere oportuno.
Por tanto, no existe el Snyderverso, al no asistirle derecho legal a reclamar propiedad alguna. Incluso se puede decir que Snyder ha salido muy bien parado de su periodo en DC/Warner, a diferencia de otros que fueron triturados.
Comentarios
Publicar un comentario