EL CUARTO MUNDO

 



Comenzando sigilosamente con Jimmy Olsen, el amigo de Superman, la línea "Cuarto Mundo" de Jack Kirby (1970-1973) desató una asombrosa oleada de energía creativa que representó a Kirby. Jimmy Olsen, New Gods, Mister Miracle y Forever People formaron un mito excéntrico, posiblemente brillante, que cambió irrevocablemente los horizontes del cómic de superhéroes.

Estructuralmente, el Cuarto Mundo fue un fenómeno sin precedentes: introdujo varias series nuevas, todas centradas en una sola premisa, a la vez. Este enfoque ha sido imitado en numerosas ocasiones en los cómics convencionales. En su momento, fue una extensión lógica de la continuidad intertextual que Kirby y Stan Lee habían impulsado en Marvel en la década de 1960; sin embargo, el Cuarto Mundo superó a Marvel al ofrecer varias variaciones sobre el mismo tema simultáneamente.


El hecho central del Cuarto Mundo es una división casi perfecta en dos partes, una buena y otra mala. Dos mundos existen opuestos, tanto en el espacio físico como en la moralidad. El mundo bueno, Nuevo Génesis, recibe su nombre de un principio y del primer libro de la Biblia. El mundo malo, Apokolips, recibe su nombre del último libro de la Biblia (junto con el nombre más popular en español, "Revelación", existen nombres alternativos que incluyen la palabra "Apocalipsis"). Estos libros, a su vez, no representan el principio y el fin en términos de un simple orden de páginas, sino en términos de una narración de la raza humana misma, que describe su origen y su aniquilación. Estos nombres por sí solos dicen mucho sobre el Cuarto Mundo: la estricta división binaria, la generosa inspiración de la cultura clásica y judeocristiana, y las connotaciones religiosas.


Kirby debió de darse cuenta de que semejante conflicto era demasiado grande y prometedor como para limitarse a un solo libro, así que dio el siguiente paso lógico: lanzar varias series nuevas a la vez. Las consecuencias de este paso aún se sienten hoy.


Los libros del Cuarto Mundo sugieren que la esencia de la vida humana es la elección, y que la Antivida es la negación de la elección: la dominación absoluta.


Esta guerra wagneriana se intensifica cuando Darkseid, en su búsqueda de la Ecuación Antivida que le permitirá controlar a todos los seres sintientes, ataca la Tierra. Para prevenir esta amenaza, tanto el tenso y furioso guerrero Orión como los Forever People, de ojos brillantes y aspecto hippie, viajan desde Nueva Génesis a nuestro planeta, donde se enfrentan a varios pesos pesados ​​y horrores de Apokolips que llegan como soldados de asalto de Darkseid para esclavizar a la humanidad. Afortunadamente, son guiados por un misterioso poder benéfico conocido como La Fuente, así como por su confiable Caja Madre, una tecnología multiusos en la que algunos lectores ven una anticipación del teléfono inteligente.


La originalidad era evidente en el arsenal de ideas y artilugios de Kirby. Dispositivos como el Tubo Bum, la Silla de Möbius de Metron, la Montaña del Juicio y, sobre todo, la omnipresente Caja Madre, ofrecían vívidos símbolos de la interdependencia entre humanos y máquinas. Seres extraños como Mantis, los Seis Profundos, los Insectos y el Corredor Negro sugerían que Kirby llevaba años creando personajes en su mente. Escenarios como Armagetto, Supertown, el Hábitat y Zoomway ofrecen paisajes impresionantes e infinitas posibilidades narrativas, mientras que el misterio cósmico de la Fuente y la amenaza omnipresente de la Antivida otorgaban a la historia una urgencia mítica y extraña.


Kirby estaba completamente concentrado en el proyecto. Estos cómics representaron la apuesta más audaz de Kirby por convertir el género de superhéroes en un vehículo de ideas. New Gods y sus títulos complementarios trataban sobre algo: el dualismo de la premisa del Cuarto Mundo le permitió a Kirby usar a sus héroes alegóricamente para representar problemas básicos que, obviamente, le importaban mucho. El subtexto, no tan sutil, de la línea del Cuarto Mundo le otorga gran parte de su urgencia y carácter.


Como gran parte de la obra de Kirby, el Cuarto Mundo sugiere una mente intensamente activa, siempre en búsqueda de maneras de comunicar grandes ideas. Podría decirse que el mito del Cuarto Mundo fue el intento más audaz de Kirby por personificar abstracciones, por convertir una batalla de ideas en una aventura trepidante. Kirby se entregó por completo, en cuerpo y alma, a este esfuerzo; es una verdadera lástima que no tuviera la oportunidad de llevar a cabo este sueño en la cima de su creatividad.


Comentarios